Tópico nº 1: SIN LA NUEVA LÍNEA FERROVIARIA
TURÍN-LYON LA REGIÓN PIAMONTE QUEDARÍA AISLADA RESPECTO A EUROPA.
En realidad,
el Piamonte ya está abundantemente enlazado con Europa, sobre todo a través del
Valle de Susa.
En este valle ya existen dos
carreteras nacionales, una autopista y una línea ferroviaria para pasajeros y
mercancías, de doble vía. Existe incluso la llamada autopista ferroviaria
(Transporte de camiones en trenes-lanzadera especiales).
Todas éstas
son líneas que enlazan la región con Francia, a través de dos pasos naturales
(Monginevro y Moncenisio) y dos túneles artificiales (Frejus, para autopista y
ferrocarril). ¡Todo ello en el fondo del valle, donde la anchura media es
de sólo 1,5 km y donde cabe apenas el río Dora Riparia, que de vez en cuando se
desborda!
Tópico nº 2: LAS LÍNEAS FERROVIARIAS ACTUALES
ESTÁN SATURADAS.
La verdad es,
que de la línea ferroviaria actual
Turín-Modane se utiliza sólo el 38% de la capacidad. Los trenes-lanzadera para
camiones salen cada día casi vacíos (aunque, durante el período de cierre del
túnel del Frejus a raíz del incendio, los transportistas volvieron a recordarse
de ellos y los abbarrotaron). El tren directo de Turín a Lyon fue suprimido por
falta de pasajeros. Y el flujo de mercancías, que los partidarios del TAV
prevén en crecimiento exponencial, ¡durante el último año se redujo el 9%!
Tópico nº 3: LA NUEVA LÍNEA FERROVIARIA TURÍN-LYON ES INDISPENSABILE
PARA EL RELANZAMIENTO ECONÓMICO DEL PIAMONTE.
En realidad,
es verdad la afirmación contraria.
Obligando a quitar recursos (dinero público al 100%) a la investigación, a la
innovación y al saneado de la industria, que se halla en crisis profunda (no
sólo Fiat), la construcción de la nueva línea de Alta Velocidad representará el
garrotazo final para la economía piamontesa.
Tópico nº 4: CON LA NUOVA LINEA TAV-TAC DESAPARECERÁN DEL VALLE LOS
CAMIONES.
La verdad es
que, ante todo, durante los 10/15
años de obras necesarios para construir la nueva línea ferroviaria Turín-Lyon,
cada día (y cada noche) recorrerán las carreteras del Valle y de las cercanías
de Turín unos 500 camiones, transportando la tierra de las excavaciones desde
los túneles hasta los sitios donde se deba acumular. Lo cual provocará un considerable
aumento de substancias contaminantes y polvo en el aire. Y una vez terminada la
fase apocalíptica de realización de la Gran Obra, ¿quién asegura que las
mercancías dejarán la autopista para utilizar el nuevo ferrocarril? Los
promotores de la obra y estudios recientes de ingeniería del transporte nos
dicen que tan sólo el 1% del tráfico actual sobre ruedas se transferirá a la
ferrovía. ¡Vaya ventaja!
Tópico nº 5: LOS HABITANTES DEL VALLE DE SUSA TIENEN UNA ACTITUD EGOÍSTA
Y NO LES IMPORTA EL INTERÉS DE TODO EL PAÍS.
En realidad
por el Valle de Susa transita
actualmente el 35% del total de las mercancías que atraviesan los Alpes. Por la
Autopista del Frejus pasan unos 4.500 camiones al día, contra los 1.500 del
Monte Blanco, en el Valle de Aosta, donde el número de camiones en tránsito
está limitado por la ley.
Tópico nº 6: LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA LÍNEA FERROVIARIA TURÍN-LYON
CREA TRABAJO PARA LOS PIAMONTESES.
En realidad,
al igual de lo que está ocurriendo para todas las obras en fase de realización, se trataría de trabajo precario, para el cual se contrata mano de obra casi siempre extracomunitaria. Además, las empresas contratistas traerían técnicos y obreros de su Región (quien lejos se va a casar, o va engañado o va a engañar). Para los municipios del Valle de Susa y de las cercanías de Turín llegaría, en cambio, un problema bien serio: la mafia.
Para la fase de sondeo geológico
ya hubo casos de licitaciones compradas, con implicación de políticos
piamonteses y de otras regiones; ¡es fácil imaginar lo que pasaría para la
realización de la obra!
Tópico nº 7: LA LÍNEA CORRE CASI TODA BAJO TIERRA. ¿A QUIÉN PUEDE
MOLESTAR?
En realidad
provocará daños enormes. En el
trazado está previsto un túnel de 23 km por dentro del Musinè, una montaña con
alta densidad de amianto. Perforando la roca, la excavadora mandará al aire
libre un infinidad de fibras de amianto, invisibles y letales, que el viento
llevará a todas partes. El viento que sopla desde los Alpes las llevará hasta
el centro de Turín. Las fibras de amianto inspiradas provocan un tumor de los
pulmones (mesotelioma pleurítico), que no perdona. El amianto es un material
declarado ilegal desde 1977. Excavar
túneles en un lugar así es un acto ilícito y criminal.
Y aún más:
el
túnel Italia-Francia de 53 km, a excavarse por dentro del Macizo del Ambin,
encontrará (además de capas acuíferas y manantiales que quedarán destruidos),
también roca que contiene uranio.
Y más aún:
una línea dentro de un túnel
necesita un gran número de túneles menores, transversales al principal. Se
llaman túneles de servicio o, más simpáticamente, “ventanas”. ¡Habrá 12 de ellos! Con otras tantas obras, prácticamente
encima de poblaciones. Será un infierno de ruido, polvo, un vaivén de camiones
por las calles estrechas, día y noche, por unos 15 años lo mínimo.
Y aún más:
la
perforación de tramos de montaña tan largos y cerca de poblaciones con alta
densidad de población podría secar las capas acuíferas y los acueductos, como
ocurrió para los túneles TAV de Mugello, sometidos ahora a procesos por
desastre medioambiental.
Y aún más:
se trastornará toda la vialidad.
Se construirán pasos elevados para cada obra. ¡Quién sabe si considerarán estas
nuevas carreteras una compensación por el impacto medioambiental de la línea
TAV!
(para formarse una vaga idea, dése
una vuelta por la autopista Turín-Milán, fijándose en los daños provocados por
el tramo TAV Turín-Novara).
Tópico nº 8: ESTA OBRA SERÁ PROVECHOSA PARA LA ECONOMÍA, AL ATRAER
CAPITALES PRIVADOS.
En realidad
el coste calculado de 20.000
millones de euros lo pagará totalmente la colectividad.
Es todo dinero público, pero administrado por privados, conforme a la diabólica invención del “general contractor”. Garantiza el Estado Italiano. Ningún privado arriesgará un euro, sobre todo tras la experiencia del túnel bajo el Canal de la Mancha, que provocó la quiebra de quienes habían comprado los bonos.
Los cuantiosos recursos necesarios
para esta obra se les quitarán a las líneas ferroviarias actuales (ya en
pésimas condiciones), a hospitales, escuelas y a todos los servicios de
utilidad pública, como también al desarrollo de energías renovables destinadas
a reemplazar e petróleo.
Y aún más:
ya está previsto que la nueva
línea ferroviaria Turín-Lyon tenga costes de explotación altísimos y que pierda
dinero por varias décadas.
Y aún más:
pese a que la mayor parte del
trazado se encuentra en territorio francés, el gobierno italiano se comprometió
a costear dos tercios del tramo internacional (Borgone –
St.-Jean-de-Maurienne).
¡Qué importa, lo pagamos nosotros!
Tópico nº 9: QUIENES SE OPONEN A LA NUEVA LÍNEA FERROVIARIA TURÍN-LYON
SE OPONEN AL PROGRESO.
En realidad
es verdad lo contrario. Progreso
no significa crecimiento infinito. El territorio italiano es pequeño y está
densamente poblado; los recursos naturales (agua, terreno agrícola, bosques y
minerales) son limitados; en cambio, la contaminación y los desechos producidos
por el hombre aumentan continuamente; y un día se agotará el petróleo.
Progreso quiere decir comprender que existen límites físicos a nuestro afán de construir incesantemente y transformar el rostro del planeta. Progreso quiere decir optimizar, hacer más eficiente y duradero lo que ya existe, eliminar lo superfluo e invertir en crecimiento intelectual y cultural, más que material; utilizar más el cerebro que los músculos.
La línea TAV representa todo lo
contrario: es un proyecto viejo y ya anacrónico, que prevé un crecimiento
infinito del volumen de mercancías transportadas (que luego se convertirán en
la basura de mañana), que considera prioritarias la velocidad y la cantidad,
sin importarle la calidad, es decir si realmente y por qué hace falta
transportar algo.